En 2024, América Latina enfrentó varios ataques cibernéticos que pusieron a prueba la seguridad de empresas y organismos gubernamentales. Estos incidentes dejaron importantes lecciones sobre cómo fortalecer la defensa ante ciberataques. La ciberseguridad en Latinoamérica se ha vuelto esencial, especialmente en México, donde la digitalización avanza rápidamente. Estos casos pueden servir de ejemplo para identificar riesgos y prevenir situaciones similares. A continuación, repasamos siete de los ataques más significativos del año y lo que nos enseñan sobre la importancia de la ciberseguridad.

Robo de datos en un banco brasileño
Un importante banco en Brasil fue blanco de un ataque que expuso datos personales y financieros de más de 2 millones de clientes. Este incidente se originó por la colaboración interna con ciberdelincuentes, quienes usaron scripts maliciosos para acceder a sistemas sensibles.
Para México, este caso subraya la importancia de implementar auditorías internas regulares y mejorar la supervisión de sistemas para evitar que personal interno facilite este tipo de ataques.
Filtración masiva en un banco peruano
En Perú, una filtración expuso datos sensibles de más de 3 millones de clientes, incluidas transacciones y números de tarjetas. Los atacantes aprovecharon credenciales internas para acceder a los servidores de la entidad y extorsionar al banco.
Este incidente destaca la necesidad de reforzar los controles de acceso y el uso de autenticación multifactor, medidas que también beneficiarían al sector financiero mexicano.
Ransomware paraliza operaciones en México
En abril, una cadena comercial mexicana sufrió un ataque de ransomware que paralizó sus operaciones por tres meses, afectando tanto sus tiendas físicas como su plataforma en línea. Las pérdidas alcanzaron los 15 millones de dólares.
Este caso muestra que las empresas mexicanas deben priorizar sistemas de respaldo efectivos y protocolos de recuperación rápida para minimizar el impacto de futuros ciberataques.
Empresa energética colombiana bajo ataque
En septiembre, una compañía eléctrica en Colombia fue atacada con ransomware, lo que afectó su capacidad operativa y retrasó la atención a sus clientes. Aunque lograron contener el daño en sus métodos de pago, las operaciones logísticas quedaron paralizadas por días.
México, al igual que Colombia, debe prestar especial atención a la protección de infraestructuras críticas, como servicios de energía y agua, asegurando simulacros regulares y planes de contingencia robustos.
Secuestro de datos gubernamentales en México
En noviembre, una dependencia gubernamental mexicana sufrió el secuestro de 300 GB de información confidencial por parte de un grupo criminal. Tras la negativa a pagar el rescate, los datos fueron filtrados en la web profunda.
Este caso refuerza la urgencia de adoptar estrategias avanzadas de ciberseguridad en instituciones públicas, incluyendo la protección de datos mediante cifrado y la capacitación de equipos técnicos para responder rápidamente ante incidentes.
Filtración de identidades en Argentina
En un caso ocurrido años atrás, pero que cobró relevancia en 2024, más de 100,000 fotografías y datos personales de ciudadanos argentinos fueron divulgados en redes. Esto destacó cómo los datos robados pueden seguir siendo utilizados años después de los incidentes.
Para México, este caso recalca la importancia de proteger las bases de datos gubernamentales con medidas preventivas como el cifrado avanzado y un control estricto de acceso para evitar riesgos futuros.
Ransomware en una multinacional mexicana
Una empresa mexicana líder en el sector alimenticio fue víctima de ransomware, comprometiendo información sensible como datos financieros, correspondencia interna y bases de clientes. Los atacantes exigieron un rescate de 6.5 millones de dólares.
Este incidente subraya que las compañías multinacionales deben invertir en soluciones de ciberseguridad robustas, incluyendo monitoreo continuo y planes de respuesta rápida ante incidentes.
Conclusión
Los ciberataques ocurridos en 2024 evidencian la necesidad de tomar medidas preventivas en toda América Latina. En México, estos casos representan oportunidades para aprender y fortalecer los sistemas de ciberseguridad tanto en el sector público como en el privado.
La implementación de protocolos sólidos, la capacitación continua y la inversión en tecnología avanzada no solo reducirán los riesgos, sino que también garantizarán la confianza de los usuarios. De cara a 2025, priorizar la ciberseguridad debe ser una estrategia central para proteger los datos y operaciones en un entorno digital cada vez más complejo.
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